La retrognatia es un trastorno que afecta a muchos bebés y que dificulta la lactancia. En la mayoría de los casos no la imposibilita, pero puede que el agarre no sea perfecto o cueste más de lo habitual. Te daremos más detalles sobre qué es y cómo afecta a la lactancia.
¿Qué es la retrognatia?
Hay algunos bebés que nacen con la mandíbula más atrás de lo habitual. Generalmente, es un problema pasajero, que se soluciona por sí solo antes de los tres primeros meses de vida. Mientras tanto, la lactancia se ve afectada y es necesario que la madre encuentre una postura adecuada para que el bebé succione y saque la leche.
El problema que surge tiene que ver con la incapacidad de hacer la succión por tener la mandíbula atrasada, la boca no crea la ventosa en el pecho y la extracción de la leche no se produce o es incompleta.
¿Cómo combatir la retrognatia?
Si bien complica la lactancia, que un bebé sufra retrognatia no significa que haya que prescindir de dar el pecho. Existen técnicas y posturas que pueden ayudar a establecer la lactancia con normalidad hasta que el problema se solucione. El instinto de supervivencia del bebé hará que rápidamente se adapte a las circunstancias para comer.
Boca arriba
Es una de las mejores posturas para combatir la retrognatia. La mamá se coloca boca arriba, con una ligera inclinación y el bebé se pone boca abajo. Esta postura le obliga a levantar la cabeza y le obliga a pegar más el labio inferior.
Sándwich
La postura del sándwich es más bien una manera de sostener el pecho con la mano para facilitar la toma en caso de problemas anatómicos. La idea es hacer una “C” con los dedos, adaptando el pecho a la boca del bebé. Se pueden colocar los dedos de forma horizontal o vertical.
Meñique en la mandíbula
Esta postura puede ir asociada a la técnica del sándwich. Se trata de, al tiempo que el bebé está mamando, acercar la mandíbula del pequeño con el dedo meñique. Así, se le aproxima la parte inferior de la boca para mejorar el enganche.
Dancer
Para esta postura, la mamá tiene que estar sentada y el bebé a caballito sobre el muslo. Se coloca una mano entre los hombros y la cabeza del pequeño, para sujetarlo. Con la otra mano se eleva un poco el pecho por debajo, como si se sostuviera una bandeja.
Alternativas en caso de retrognatia
En algunos casos, las indicaciones que te hemos dado pueden ser insuficientes. Es posible que el bebé llegue a hacer el enganche, pero que no succione lo suficiente. Si no saca toda la leche que necesita, pero sí estimula tu pecho, hay algo más que puedes hacer.
Como último recurso, puedes probar a relactar. Con un colector de Haakaa, es posible extraer la leche y después utilizar un relactador para aumentar el flujo con la leche extraída. Generalmente, en pocas semanas se habrá solucionado el problema y podrás continuar dando el pecho con normalidad.
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