El yodo es un micronutriente vital durante el embarazo y la lactancia. Desempeña un papel fundamental en el desarrollo neurológico del feto y en la salud materna. Sin embargo, estudios recientes han revelado una preocupante deficiencia de yodo en la población mundial, incluyendo países occidentales donde se creía controlada. Muchas mujeres no reciben suficiente yodo, lo que puede llevar a problemas de salud tanto para la madre como para el bebé. En este artículo veremos la importancia del yodo, las consecuencias de su deficiencia y cómo asegurar una ingesta adecuada durante estos periodos cruciales.
Importancia del yodo durante el embarazo y la lactancia:
El yodo es un oligoelemento esencial para la producción de hormonas tiroideas, que son cruciales para el desarrollo del sistema nervioso y el metabolismo. Durante el embarazo, las necesidades de yodo aumentan significativamente debido a la producción adicional de hormonas tiroideas por parte de la madre y del feto. Una ingesta adecuada de yodo es fundamental para asegurar un desarrollo cerebral y físico óptimo del bebé. Además, durante la lactancia, el yodo es necesario para el crecimiento y desarrollo del recién nacido. Una ingesta adecuada de yodo contribuye a:
· Desarrollo cerebral del feto:
El yodo es esencial para el desarrollo del sistema nervioso del bebé y para fomentar un adecuado desarrollo psicomotor.
· Salud materna:
Previene el desarrollo de bocio y trastornos tiroideos, y reduce el riesgo de abortos y complicaciones en el embarazo.
“La cantidad de yodo diaria necesaria depende de la edad y de la situación de cada persona. Las necesidades de yodo, al igual que de muchas otras sustancias, aumentan durante el embarazo. A lo largo de la gestación, la mujer tiene que producir más hormonas y otras sustancias para poder mantener el embarazo y que se desarrolle bien el bebé.”
Por Marta Barranquero Gómez (embrióloga), Sara Salgado (embrióloga) y Zaira Salvador (embrióloga).
Consecuencias de la deficiencia de yodo
La deficiencia de yodo puede tener graves consecuencias tanto para la madre como para el bebé. Durante el embarazo, la falta de yodo puede llevar a hipotiroidismo, que puede causar retraso en el crecimiento fetal, bajo peso al nacer y problemas de desarrollo cognitivo. En casos severos, puede resultar en cretinismo, una condición que provoca retraso mental y físico.
Para los lactantes, la deficiencia de yodo puede causar hipotiroidismo congénito, lo que puede afectar el desarrollo intelectual y físico.
· En el feto:
Disminución del coeficiente intelectual, retraso mental y problemas en el desarrollo neurológico.
· En la madre:
Aumento del riesgo de bocio, hipotiroidismo, abortos espontáneos y complicaciones durante el embarazo.
Cómo asegurar una ingesta adecuada de yodo
Para asegurar una ingesta adecuada de yodo durante el embarazo y la lactancia, es importante incluir en la dieta alimentos ricos en este mineral como:
- Pescados: Especialmente la lubina, el bacalao y la perca.
- Mariscos
- Algas
- Sal yodada
- Productos Lácteos
En algunas situaciones, el médico puede recomendar suplementos de yodo para asegurar que se cumplan las necesidades diarias. Es fundamental consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplemento.
La ingesta adecuada de yodo recomendada para un adulto son 150mcg/día, mientras que las embarazadas necesitarán en torno a 220mcg/día , y 290mcg/día las mujeres en periodo de lactancia
Deficiencia de Yodo. Por Larry E. Johnson, MD, PhD, University of Arkansas for Medical Sciences
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Conclusión
El yodo es un nutriente esencial para el desarrollo saludable del feto y el bienestar de la madre durante el embarazo. A pesar de los avances en salud pública, la deficiencia de yodo sigue siendo una preocupación incluso en países desarrollados. Por ello, es crucial promover la educación nutricional y adoptar medidas que aseguren una ingesta adecuada de este micronutriente en la población general y, especialmente, en mujeres embarazadas y madres que amamantan.
Asegurar una ingesta adecuada de yodo puede prevenir complicaciones y promover una salud óptima tanto para la madre como para el bebé, por lo que se hace necesario el seguimiento médico para incluir otras formas de suplementación si fuera necesario.
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